Debido a la fuerte estacionalidad, las restricciones geográficas y las frutas perecederas, la industria frutícola enfrenta desafíos. Una capacidad de almacenamiento insuficiente y una tecnología de conservación imperfecta provocan el deterioro de la fruta y grandes pérdidas. Este se ha convertido en el principal factor que restringe el desarrollo de la industria agroalimentaria y afecta los ingresos de los agricultores y la competitividad en el mercado. Encontrar un método de conservación eficaz se ha convertido en un problema urgente a resolver.